Prosa poética inspirada por la canción homónima, de Loquillo. Dedicada especialmente a mi amigo Roger del blog «Rogerescribe«.

Lo juro, traté de resistirme, de vivir alejado de ello. Pero fue escuchar la voz del maestro y fluyó de nuevo por mis venas el dulce veneno de la melancolía, el eco eterno del final de los días.

Vivo en el centro del volcán, siempre la misma excusa. Devuelvo la sonrisa.

 

Imagen extraída de: http://www.loquillo.com

 

 

 

 

 

7 comentarios en “El final de los días

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